A Puerta Cerrada

Posted by  Tarride | Posted on 1:23 p.m.

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- ¡Juanita, abre mierda!
- ¡No!
- ¡Te estoy diciendo que abras! ¿Qué cresta estás haciendo ahí encerrada? ¿Con quién estás?
- ¡Déjame tranquila!
- ¿Estás con el tipo ese de la otra vez, no? ¿Qué porquería estás haciendo? ¡Abre la puerta!
- Déjame en paz estúpida, me leen poesía, ándate a molestar a otro lado...

B

Posted by  Tarride | Posted on 12:47 p.m.

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B está sentado inmóvil mirando el infinito. Su gesto es perdido y común, y puedo sentir las cosas que piensa. A ratos me da la impresión que inventa diálogos en su cabeza que apenas asoman en un murmullo apagado, que tan pronto como se hace consciente cesa. De pronto su mirada se hace triste, luego mueve la cabeza y sonríe.
Puedo suponer las cosas que B piensa y son una maraña de caras, lugares, personas, recuerdos. Creo que su pena es recordar demasiado, o tal vez sea por no querer dejar de hacerlo.
A veces me da la impresión que oculta tanto, pero que al mismo tiempo y desde un mismo y único ángulo es siempre transparente. Ese ángulo se repite, se mantiene invariable en las continuas mutaciones y reconstrucciones, el problema es recordar cuál es sin confundirse, y eso ya es un esfuerzo, y probablemente uno que no valga la pena hacer realmente. Finalmente, ¿para qué querer saber todo si lo importante se derrama en una mirada?
Creo que podría seguir inmóvil horas, claro que con decir inmóvil no me refiero a que no se mueva, sino que a proyectarse a sí mismo estático. Asumo que tiene que ver con las cosas que piensa, esas cosas son estáticas, son sus recuerdos que lo persiguen. Son tardes calurosas y pasillos largos y oscuros, son ojos almendrados y amaneceres de lágrimas. Son todas las cosas.
Creo que está lentamente triste por esas cosas que no puede cambiar, infinitamente enamorado de todo eso, por recuerdos demasiado dulces que en su pena le hacen feliz. Pero sólo especulo. Bien podría ser que no piense en nada.
Le ofrezco un cigarrillo y lo rechaza diciendo que no fuma, al final no hay mucho que hacer y sé que prefiere sentarse solo a mirar el vacío que conversar, así que no insisto.
A veces me da la impresión que quisiera llorar, pero nunca le he visto hacerlo. Apago mi cigarrillo y le pregunto si nos vamos. Simplemente se levanta y comienza a caminar, camina pesado, como si con cada paso fuera cerrando llaves y puertas de esos recuerdos que disfruta y que le atormentan.

Declaración Jurada

Posted by  Tarride | Posted on 1:35 p.m.

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- ¿Entonces usted los encontró? ¿Usted hizo la denuncia?
- Sí señor.
- ¿Qué hora era?
- Eran las siete en punto, yo había justo llegado a trabajar y los vi cerca de la pileta. Estaba medio oscuro pero eran ellos. Mire que me voy acercando y digo...
- ... de la mañana del 19?
- Sí señor, el 19 en la mañana. Tuve libre el 18 pero la plaza hay que cuidarla. Bueno, yo me iba acercando cuando vi que estaban ahi, seguían tomando.
- ¿Los dos?
- No señor, uno solamente, el mas moreno que estaba sentado en el banco sin ropa.
- ¿Y qué tomaba?
- Me parece que era ron, yo no entiendo mucho gracias a Dios, pero me parece que tomaba ron de la botella.
- Sentado en un banco, desnudo, a las 7 de la mañana...
- Sí señor.
- Muy bien, ¿y el otro individuo qué hacía?
- Fumaba.
- Explíque eso.
- Estaba fumando y miraba la fuente. Pero se notaba que también andaba borracho porque se reía.
- Ya... y si el otro individuo no tenía ropa, ¿cómo es que cuando llegamos estaba perfectamente vestido?
- Ah, es que la ropa la tenía ahí al lado. Solamente tenía puestos los zapatos, me dijo que le daba frío.
- Entonces estaba ahí sentado, sin ropa, con zapatos, y con la ropa tirada al lado.
- No exactamente, la ropa la tenía bien dobladita la verdad.
- Ya... Entonces, ¿qué mas pasó?
- Bueno es que para mí el problema era la fuente.
- Explíqueme.
- La fuente es de las que hace circular el agua, ¿sabe?, yo la cuido por lo de los filtros.
- ¿Y?
- Bueno, es que cuando llegué el tipo que fumaba le había echado tinta o algo así. Una pintura. Se veía el agua roja, parecía vino tinto. Cuando salió un poco más el sol se notó bien.
- ¿Pero entonces usted vió al tipo echar tinta al agua?
- No señor, pero sé que fue él. Si estaba ahí mirando, fumaba y se reía.
- Bueno, esto queda anotado en su declaración. El problema es que cuando nosotros llegamos los individuos estaban sentados tranquilamente, no había nadie desnudo, tampoco botellas de ron. ¿Cómo explica eso?
- ¿Y la fuente?
- ¿Bueno y cómo se yo que no le echó usted la cuestión?
- ¿Yo? No, jamás haría algo así, no sería capaz...
- ¡Peñafiel!, deje en libertad a los detenidos, aquí no hay nada que hacer...