Aliro Positunga

Posted by  Tarride | Posted on 9:51 p.m.

H conoció a Aliro un verano, mientras se hospedaba en una penosa pensión playera a la que todos llamaban "La Pulga", aunque nunca había estado claro por qué: si por los pequeños parásitos que amenizaban las noches, o por la vieja encorvada con cara de insecto que era la propietaria del lugar (ex-prostituta, según se comentaba).
Aliro era de los Positunga de Obando, un pequeño pueblo al interior y al norte de la capital, y era probablemente uno de los personajes más recurrentes de los eventos de ese verano.
Era posible encontrarlo en prácticamente cualquier parte del balneario, aunque hay que reconocer que tan difícil no era tampoco, dado su reducido tamaño.
Lo encontrabas en la mañana en la calle o el almacén comprando cigarrillos, pan y huevos; luego camino a la playa conversando con algún veraneante y fumando el cigarrilo matutino de rigor; luego en la playa misma, tomando sol sobre su toalla de leopardo o en los restos del muelle viejo. Más tarde era frecuente divisarlo coqueteando con las hijas de los dependientes cerca de las mesas de pool; y casi oscureciendo, nuevamente cerca del muelle, organizando algún evento de dudosa legalidad, para aparecer finalmente en la noche en alguna (y en todas) las múltiples fiestas, reuniones y fogatas (sí, habían fogatas), concertadas durante el día. De hecho, era posible rastrearlo fácilmente a ésta hora ya que solía hablar bastante fuerte entrada la noche.
Aliro estaba en todas partes, no había que buscarlo, formaba una sola cosa con el contenido general; y fue así, como a fuerza de encuentros sucesivos, al principio inesperados, pero luego abiertamente periódicos e inevitables, que H terminó conociéndolo bastante bien.

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